viernes, 30 de mayo de 2014

Siri

Para la mayoría, cuando se oye hablar de Siri, lo primero que se les viene a la cabeza es cierta aplicación de nuestro smartphone con voz femenina. Pero en mi caso, desde un tiempo, cada vez que escucho una conversación en la que aparece la palabra Siri, mi cabeza rápidamente se ve invadida por unas tetas de vértigo grandes, golosas y naturales, de las que dan ganas de estrujar como si no hubiera mañana.

La razón de estos ataques de mamofilia descontrolada es muy simple. Siri no es sólo una aplicación móvil, Siri es también el nombre de una de las actrices de más renombre del panorama porno. Una rubia (o pelirroja según la época) de cuerpo natural, con sus kilitos de más, sus pequeñas imperfecciones y sobre todo, con dos tetazas por bandera que quitan el hipo con sólo mirarlas.


Una mujer de escándalo que se ha convertido en una imprescindible entre los aficionados a las delanteras imposibles.

Y es que tetonas así no aparecen todos los días por nuestro reproductor de vídeo favorito, y mucho menos si encima tienen una sonrisa encantadora, una mirada de lo más picara y un disfrute sincero y natural de lo que hacen cada vez que aparece una polla por sus alrededores.  

Además, sus peculiaridades van más allá de lo físico y su vida da para por lo menos contar un par de anécdotas bastante definitorias de que no estamos ante la típica rubia tonta de cabeza hueca y silicona hasta en las orejas.

Siri entró en el porno a los 23 años, sólo tras acabar la universidad, pese a que tenía claro desde bastante antes que ahí tenía su futuro. Pero primero es lo primero y una buena educación, unida a un tiempo prudente para reflexionar su decisión, nunca le hacen mal a nadie.


Lo curioso es que quien le metió la curiosidad por este mundillo fue su novia de entonces. Sí, habéis leído bien, su novia. Porque aunque a día de hoy veáis que Siri no hace ascos para nada a cualquier miembro masculino, lo cierto es que su primera experiencia sexual con un chico fue tan poco satisfactoria que se convenció a sí misma de que tenía que ser lesbiana, por lo que durante varios años sólo salió con chicas.

Una vez dentro del porno la chica ha llevado siempre por bandera el que para que el espectador disfrute de sus escenas ella  debe ser la primera en disfrutar. Por ello, todas sus escenas suelen ser de lo más recomendable.

No esperéis mucha rudeza, sexo por la puerta trasera o miembros de tamaño elefantiásico, porque no es lo que a Siri le va, pero sí que de seguro encontraréis a una chica que realmente disfruta con lo que hace y sobre todo, una chica que es un deleite para los que gustamos de los pechos grandes cada vez que vemos como estos se bambolean mientras Siri galopa a golpe de cadera al gañán afortunado de turno.